Descripción
Los lithops se asemejan notablemente a las piedras, por ello se les conoce también como piedras vivas. Son plantas muy carnosas, con un tallo corto del que emergen dos hojas unidas muy gruesas, normalmente de un color marrón o graisáceo.
Floración: las flores suelen ser de color blanco o amarillo, semejantes a las margaritas, de pequeñas dimensiones y con un leve aroma. Crecerán entre las dos hojas. Abrirán después del mediodía y se volverán a cerrar por la noche. La época en la que florecerá será el otoño.
El lithops inicia un período vegetativo durante los meses de verano, de mayo a octubre.
Cuidados
Riego: Necesita un riego regular pero no muy abundante. Durante el invierno, en su período de reposo, el riego debe ser casi inexistente, ya que corremos riesgo de encharcamiento y podredumbre.
Luz: debemos colocar al lithops a pleno sol.
Tipo de suelo: crece de manera óptima en una tierra ligeramente ácida. Lo ideal es una mezcla de tierra arenosa y gravilla.
Multiplicación: podemos obtener nuevos ejemplares fácilmente mediante la división de su mata.
Curiosidades
En su hábitat natural, los desiertos africanos, los niños de las tribus nómadas comen lithops para aplacar la sed.
Nunca debemos permitir que un par de hojas nuevo conviva con uno antiguo, éste último tendrá que secarse antes de que crezca el retoño.
Los lithops no deben medir más de dos centímetros de altura, que es su tamaño natural. Si un ejemplar crece más de esta medida significa que tiene exceso de agua o falta de luz.
Jardineria
viernes, 10 de octubre de 2008
jueves, 9 de octubre de 2008
Echeveria elegans: la rosa de alabastro
Perteneciente a la familia de las crasas o suculentas, la echeveria elegans, la más popular de su especie, es una excelente opción ornamental para darle un toque exótico a nuestro jardín. Procede de México, donde se encuentra en peligro de extinción, y es conocida también como rosa de alabastro, por la similitud de la piedra con el color de sus hojas. Éstas, ovales y gruesas, están dispuestas como una roseta apretada, recordando a los pétalos de las rosas. Su mayor ventaja es que es muy resistente a la sequía, por lo que se convierte en una planta ideal para lugares con lluvias escasas.
Más de 150 variedades componen la especie echeveria,llamada así en honor al botánico mexicano que la descubrió, Echeverría. La elegans, una de las más conocidas, no tiene tallo, así que emerge directamente del suelo como una gruesa roseta de hojas ovales de unos 2-6 cm. de largo y 2 cm. de ancho. Su floración tiene lugar en primavera, entre marzo y junio, época en la que podemos disfrutar de sus inflorescencias en forma de racimo de color rosa y amarillo.
Estas características hacen de esta suculenta una opción ideal para cubrir lentamente superficies complicadas del jardín (a modo de tapizante), cultivar en cubeta o maceta, y, sobre todo, para decorar y completar rocallas y arriates. Sus posibilidades ornamentales son enormes.
Los cuidados que necesita
La echeveria destaca por ser una planta resistente que soporta sin problemas las carencias de agua y las altas temperaturas. Al proceder de zonas cálidas de México, se trata de una elección perfecta tanto para el interior como para los exteriores, siempre y cuando fuera el clima no sea excesivamente lluvioso o frío (aguanta unos cuantos grados bajo cero). Para su ubicación elegiremos pleno sol, donde sus flores y hojas adquirirán tonos más intensos. También se desarrolla bien en sombra ligera o semisombra.
Prefiere los terrenos pobres, aunque se adapta bien a otras condiciones, y es importante que estén bien drenados. Lo mejor, sobre todo si cultivamos en maceta, es recurrir a un suelo mezcla de arena, sustrato rico en materia orgánica y tierra de jardín. No necesitan abono, aunque podemos enriquecer su crecimiento en primavera con fertilizante diluido especial para cactus.
Respecto al riego, ya hemos indicado que no necesita mucha agua. Si la planta está en una maceta, tendremos especial cuidado con los encharcamientos y no olvidaremos sacarla al aire libre en primavera. En caso de estar en el jardín, regaremos moderadamente en verano y escasamente en invierno, evitando mojar las hojas, ya que no tolera bien los excesos de humedad. No olvides eliminar las floraciones marchitas y racimos pasados: la planta te lo agradecerá con un crecimiento más vigoroso.
Multiplicación y problemasLas dificultades de su cultivo vienen por el exceso de riego. La podredumbre y los hongos pueden aprovechar esta circunstancia para acabar con la planta. La mejor forma de no llegar a este extremo es regando racionalmente, sin empapar, y evitando mojar las hojas. Respecto a las plagas, estaremos pendientes de las cochinillas, los pulgones y las babosas. .
La forma más común de reproducirla es plantando esquejes al comenzar el verano, aunque también es posible a través de semillas. Las hojas más adecuadas para multiplicar son las que se sueltan con facilidad del tallo. De uno de ellos, es sencillo obtener preciosas rosetas de echeveria que pueden durar hasta siete años. Sin duda, harán las delicias de cualquier rocalla o jardín.
Más de 150 variedades componen la especie echeveria,llamada así en honor al botánico mexicano que la descubrió, Echeverría. La elegans, una de las más conocidas, no tiene tallo, así que emerge directamente del suelo como una gruesa roseta de hojas ovales de unos 2-6 cm. de largo y 2 cm. de ancho. Su floración tiene lugar en primavera, entre marzo y junio, época en la que podemos disfrutar de sus inflorescencias en forma de racimo de color rosa y amarillo.
Estas características hacen de esta suculenta una opción ideal para cubrir lentamente superficies complicadas del jardín (a modo de tapizante), cultivar en cubeta o maceta, y, sobre todo, para decorar y completar rocallas y arriates. Sus posibilidades ornamentales son enormes.
Los cuidados que necesita
La echeveria destaca por ser una planta resistente que soporta sin problemas las carencias de agua y las altas temperaturas. Al proceder de zonas cálidas de México, se trata de una elección perfecta tanto para el interior como para los exteriores, siempre y cuando fuera el clima no sea excesivamente lluvioso o frío (aguanta unos cuantos grados bajo cero). Para su ubicación elegiremos pleno sol, donde sus flores y hojas adquirirán tonos más intensos. También se desarrolla bien en sombra ligera o semisombra.
Prefiere los terrenos pobres, aunque se adapta bien a otras condiciones, y es importante que estén bien drenados. Lo mejor, sobre todo si cultivamos en maceta, es recurrir a un suelo mezcla de arena, sustrato rico en materia orgánica y tierra de jardín. No necesitan abono, aunque podemos enriquecer su crecimiento en primavera con fertilizante diluido especial para cactus.
Respecto al riego, ya hemos indicado que no necesita mucha agua. Si la planta está en una maceta, tendremos especial cuidado con los encharcamientos y no olvidaremos sacarla al aire libre en primavera. En caso de estar en el jardín, regaremos moderadamente en verano y escasamente en invierno, evitando mojar las hojas, ya que no tolera bien los excesos de humedad. No olvides eliminar las floraciones marchitas y racimos pasados: la planta te lo agradecerá con un crecimiento más vigoroso.
Multiplicación y problemasLas dificultades de su cultivo vienen por el exceso de riego. La podredumbre y los hongos pueden aprovechar esta circunstancia para acabar con la planta. La mejor forma de no llegar a este extremo es regando racionalmente, sin empapar, y evitando mojar las hojas. Respecto a las plagas, estaremos pendientes de las cochinillas, los pulgones y las babosas. .
La forma más común de reproducirla es plantando esquejes al comenzar el verano, aunque también es posible a través de semillas. Las hojas más adecuadas para multiplicar son las que se sueltan con facilidad del tallo. De uno de ellos, es sencillo obtener preciosas rosetas de echeveria que pueden durar hasta siete años. Sin duda, harán las delicias de cualquier rocalla o jardín.
miércoles, 8 de octubre de 2008
Asiento de suegra
Se trata de uno de los cactus más populares, pero debido a su masiva comercialización es difícil encontrarlo en estado salvaje pues está casi en extinción. Se puede cultivar en macetas y no necesita grandes atenciones ni cuidados, por lo que puede ser una buena elección para nuestro hogar, si no tenemos mucho tiempo para dedicar a la jardinería y no nos resignamos a no tener plantas en casa.
Conocido también como bola de oro, barril de oro o cojín de suegra, su nombre científico es Echinocactus grusonii. Proviene del griego echinos, erizo, que describe a la perfección el aspecto de la planta.
Es un cactus originario del centro de México y del suroeste de Estados Unidos, donde existen unas diez especies de echinocactus. Se trata de una planta muy longeva ya que puede llegar a vivir más de 100 años.
Cultivada en casa puede crecer hasta los 40 cm, pero en su hábitat natural llega a alcanzar más de 1 m. de altura, siempre con un crecimiento muy lento. Tiene un tallo globular con la parte superior aplastada. Es de color verde con las espinas de un tono amarillo azufre.
En los ejemplares adultos (unos 15 años) que reciben suficiente luz solar, y en épocas estivales, se presentan flores que sólo duran 3 ó 4 días. En plantas cultivadas en interior no esperaremos que florezcan, pues esto ocurre muy raramente. También de color amarillo, más brillante e intenso por dentro, tienen forma de embudo y miden unos 5 cm.
El asiento de suegra aguanta bastante bien las temperaturas extremas. Puede resistir hasta los -5 ºC siempre que sean ejemplares adultos, sanos y estén en suelo seco. Los jóvenes tienen que estar protegidos del sol pues pueden llegar a quemarse. Cuando están totalmente desarrollados tienen que vivir en el exterior por lo que iniciaremos su exposición a la luz poco a poco, hasta que puedan soportarla completamente, evitando al principio las horas centrales del día.
No necesitan mucha agua: un riego regular sin excesos en verano, y muy escaso en invierno, casi nulo. El echinocactus se reproduce por semillas, de color negro, y la germinación dura entre 5 y 7 días.
Como cualquier planta, también se puede ver afectada por plagas. Son sensibles sobre todo a las cochinillas que le producen un debilitamiento general. Podemos acabar con ellas mediante pulverización de productos químicos específicos. Hay que poner mucho cuidado porque bastará con que sobreviva una para que la plaga se vuelva a reproducir. Así que, si es necesario, las eliminaremos con las manos para asegurarnos de que el cactus está totalmente sano.
Los pulgones también pueden causar estragos al chupar la savia de las hojas y del tallo. Hay insectos, como las mariquitas, que por alimentarse de ellos resultan ideales para controlarlos.
Conocido también como bola de oro, barril de oro o cojín de suegra, su nombre científico es Echinocactus grusonii. Proviene del griego echinos, erizo, que describe a la perfección el aspecto de la planta.
Es un cactus originario del centro de México y del suroeste de Estados Unidos, donde existen unas diez especies de echinocactus. Se trata de una planta muy longeva ya que puede llegar a vivir más de 100 años.
Cultivada en casa puede crecer hasta los 40 cm, pero en su hábitat natural llega a alcanzar más de 1 m. de altura, siempre con un crecimiento muy lento. Tiene un tallo globular con la parte superior aplastada. Es de color verde con las espinas de un tono amarillo azufre.
En los ejemplares adultos (unos 15 años) que reciben suficiente luz solar, y en épocas estivales, se presentan flores que sólo duran 3 ó 4 días. En plantas cultivadas en interior no esperaremos que florezcan, pues esto ocurre muy raramente. También de color amarillo, más brillante e intenso por dentro, tienen forma de embudo y miden unos 5 cm.
El asiento de suegra aguanta bastante bien las temperaturas extremas. Puede resistir hasta los -5 ºC siempre que sean ejemplares adultos, sanos y estén en suelo seco. Los jóvenes tienen que estar protegidos del sol pues pueden llegar a quemarse. Cuando están totalmente desarrollados tienen que vivir en el exterior por lo que iniciaremos su exposición a la luz poco a poco, hasta que puedan soportarla completamente, evitando al principio las horas centrales del día.
No necesitan mucha agua: un riego regular sin excesos en verano, y muy escaso en invierno, casi nulo. El echinocactus se reproduce por semillas, de color negro, y la germinación dura entre 5 y 7 días.
Como cualquier planta, también se puede ver afectada por plagas. Son sensibles sobre todo a las cochinillas que le producen un debilitamiento general. Podemos acabar con ellas mediante pulverización de productos químicos específicos. Hay que poner mucho cuidado porque bastará con que sobreviva una para que la plaga se vuelva a reproducir. Así que, si es necesario, las eliminaremos con las manos para asegurarnos de que el cactus está totalmente sano.
Los pulgones también pueden causar estragos al chupar la savia de las hojas y del tallo. Hay insectos, como las mariquitas, que por alimentarse de ellos resultan ideales para controlarlos.
martes, 7 de octubre de 2008
Cactus de Navidad
Descripción
Se trata de un cactus que se ha hecho muy popular en nuestros hogares durante la Navidad debido a su colorida floración en esta época del año.
Su tallo es cilíndrico con hojas largas, anchas y segmentadas, de entre 4 y 6 centímetros de longitud y color verde oscuro.
El borde de sus segmentos está formado por dientes en forma de sierra, un detalle que nos ayuda a diferenciarlo del cactus de Pascua, cuyos segmentos no presentan estridencias.
Su crecimiento es moderado, alcanzando una altura máxima de 40 centímetros. Es muy común que se esparrame alrededor de la maceta, por eso mucha gente la cuelga del techo.
Floración: suele producirse entre los meses de noviembre y enero. En función de la variedad, pueden adoptar un color blanco, naranja o rojizo, siendo este último el más común. La flor nace en el ápice de los tallos, y su corola está formada por múltiples pétalos ligeramente curvados. En caso de que el cactus no florezca, podemos forzarlo restringiéndole las horas de luz diurna.
Cuidados
Riego: a pesar de ser un cactus, su origen tropical nos dice que no debemos descuidarnos en este apartado. En época de calor, conviene regarlo un par de veces por semana, además de pulverizar la planta con agua de vez en cuando. En épocas de frío, será suficiente con un riego semanal.
Luz: podemos dejar el cactus de Navidad en el exterior mientras haga calor y la temperatura no baje de los 12º C. Colocarlo siempre en una zona de semi-sombra, sin que la luz del sol incida directamente sobre él. Con la llegada del frío, es conveniente refugiarlo en el interior de nuestros hogares.
Tipo de suelo: es importante que tenga un buen drenaje y no retenga el agua ya que sus hojas se pudren con facilidad. Para ello, mezclamos dos partes de turba por cada una de tierra, buscando siempre un sustrato suelto y con un pH comprendido entre 5 y 6.
Abonado: los fertilizantes ricos en potasio mejorarán notablemente su floración con una aplicación cada 15 días. Para fortalecer el crecimiento de la planta, podemos optar por abonos ricos en hierro.
Reproducción: la llegada del buen tiempo es un buen momento para plantar los primeros esquejes. Para ello, cortaremos una pequeña parte del tallo y la plantaremos directamente sobre un sustrato ligeramente húmedo, dejándola secar al menos un día entero. Luego tendremos que esperar dos meses a que enraíce.
Curiosidades
No es muy amiga de los trasplantes, por eso es suficiente con hacer un cambio de maceta cuando haya crecido notablemente y sus raíces no tengan más espacio para crecer.
Cuando sufre exceso de riego sus hojas comienzan a marchitarse rápidamente.
Las corrientes de aire pueden provocar que las flores se caigan prematuramente. Elige bien el sitio donde la vas a colocar durante el invierno.
Las plagas de araña roja y cochinilla son sus peores enemigas. El exceso de sequedad ambiental facilita mucho su aparición. La mejor solución es recurrir a un insecticida específico.
Se trata de un cactus que se ha hecho muy popular en nuestros hogares durante la Navidad debido a su colorida floración en esta época del año.
Su tallo es cilíndrico con hojas largas, anchas y segmentadas, de entre 4 y 6 centímetros de longitud y color verde oscuro.
El borde de sus segmentos está formado por dientes en forma de sierra, un detalle que nos ayuda a diferenciarlo del cactus de Pascua, cuyos segmentos no presentan estridencias.
Su crecimiento es moderado, alcanzando una altura máxima de 40 centímetros. Es muy común que se esparrame alrededor de la maceta, por eso mucha gente la cuelga del techo.
Floración: suele producirse entre los meses de noviembre y enero. En función de la variedad, pueden adoptar un color blanco, naranja o rojizo, siendo este último el más común. La flor nace en el ápice de los tallos, y su corola está formada por múltiples pétalos ligeramente curvados. En caso de que el cactus no florezca, podemos forzarlo restringiéndole las horas de luz diurna.
Cuidados
Riego: a pesar de ser un cactus, su origen tropical nos dice que no debemos descuidarnos en este apartado. En época de calor, conviene regarlo un par de veces por semana, además de pulverizar la planta con agua de vez en cuando. En épocas de frío, será suficiente con un riego semanal.
Luz: podemos dejar el cactus de Navidad en el exterior mientras haga calor y la temperatura no baje de los 12º C. Colocarlo siempre en una zona de semi-sombra, sin que la luz del sol incida directamente sobre él. Con la llegada del frío, es conveniente refugiarlo en el interior de nuestros hogares.
Tipo de suelo: es importante que tenga un buen drenaje y no retenga el agua ya que sus hojas se pudren con facilidad. Para ello, mezclamos dos partes de turba por cada una de tierra, buscando siempre un sustrato suelto y con un pH comprendido entre 5 y 6.
Abonado: los fertilizantes ricos en potasio mejorarán notablemente su floración con una aplicación cada 15 días. Para fortalecer el crecimiento de la planta, podemos optar por abonos ricos en hierro.
Reproducción: la llegada del buen tiempo es un buen momento para plantar los primeros esquejes. Para ello, cortaremos una pequeña parte del tallo y la plantaremos directamente sobre un sustrato ligeramente húmedo, dejándola secar al menos un día entero. Luego tendremos que esperar dos meses a que enraíce.
Curiosidades
No es muy amiga de los trasplantes, por eso es suficiente con hacer un cambio de maceta cuando haya crecido notablemente y sus raíces no tengan más espacio para crecer.
Cuando sufre exceso de riego sus hojas comienzan a marchitarse rápidamente.
Las corrientes de aire pueden provocar que las flores se caigan prematuramente. Elige bien el sitio donde la vas a colocar durante el invierno.
Las plagas de araña roja y cochinilla son sus peores enemigas. El exceso de sequedad ambiental facilita mucho su aparición. La mejor solución es recurrir a un insecticida específico.
jueves, 2 de octubre de 2008
Melisa
Nombre Científico: Mellisa officinalis
De la familia: Labiadas
Orígen: Sur y centro de Europa.
Descripción
Se trata de una planta vivaz que crece de forma silvestre en terrenos ricos en nutrientes y con mucha sombra, pudiendo llegar a alcanzar los 80 cm de altura.
Sus hojas, perennes, son acopladas, dentadas y con un olor a limón muy característico, de color verde, muy vivo. Presentan una ligera vellosidad en su superficie.
Sus tallos se distinguen por ser rectos y angulosos, ramificados desde la base. Disponen las hojas en pares opuestos.
También se le conoce con el nombre de 'toronjil', debido a su intenso aroma que recuerda mucho al limón.
Floración: desde mediados de primavera hasta finales de verano. Sus flores son pequeñas, de color blanco o ligeramente rosado, y no son demasiado vistosas. Aparecen agrupadas en verticilos que pueden llegar a contener hasta 10 flores.
Cuidados
Riego: escaso, durante los meses de calor es suficiente con regalarla una vez por semana. Durante el invierno, podemos olvidarnos del riego, siempre y cuando haya un mínimo de precipitaciones. Si optamos por cultivarla en maceta, sí conviene incrementar un poco la frecuencia.
Luz: es una planta que soporta cualquier condición, aunque sus hojas tendrán mejor calidad si la plantamos en semi-sombra.
Tipo de suelo: procura buscar un terreno con buen drenaje y rico en materia orgánica, aunque la melisa puede crecer en zonas muy arenosas y pobres como los bordes de los caminos.
Abonado: anualmente, aplicaremos una pequeña dosis de abono orgánico al inicio de la primavera.
Multiplicación: por esquejes en primavera y otoño, aunque también podemos usar la técnica de división de mata al año siguiente de su cultivo. Si se opta por sembrar semillas, el verano es la mejor estación, ya que necesitan mucho calor para germinar.
Curiosidades
La melisa es una planta ideal para cocinar, ya que sus hojas aportarán un ligero toque de limón a tus platos. Experimenta con ella en tus guisos, sopas, carnes, postres y ensaladas: seguro que aciertas de lleno.
Contiene aceites esenciales que alivian el estrés y nos relajan. Podemos preparar nuestras propias infusiones caseras hirviendo un poco de agua y añadiendo después las hojas secas de melisa.
Además de calmarnos, nos ayuda a combatir el insomnio, las palpitaciones y, en el caso de las mujeres, alivia los dolores causados por la menstruación.
Si la plantamos en maceta y la resguardamos del frío invernal, podemos disfrutar de esta planta aromática durante todo el año.
De la familia: Labiadas
Orígen: Sur y centro de Europa.
Descripción
Se trata de una planta vivaz que crece de forma silvestre en terrenos ricos en nutrientes y con mucha sombra, pudiendo llegar a alcanzar los 80 cm de altura.
Sus hojas, perennes, son acopladas, dentadas y con un olor a limón muy característico, de color verde, muy vivo. Presentan una ligera vellosidad en su superficie.
Sus tallos se distinguen por ser rectos y angulosos, ramificados desde la base. Disponen las hojas en pares opuestos.
También se le conoce con el nombre de 'toronjil', debido a su intenso aroma que recuerda mucho al limón.
Floración: desde mediados de primavera hasta finales de verano. Sus flores son pequeñas, de color blanco o ligeramente rosado, y no son demasiado vistosas. Aparecen agrupadas en verticilos que pueden llegar a contener hasta 10 flores.
Cuidados
Riego: escaso, durante los meses de calor es suficiente con regalarla una vez por semana. Durante el invierno, podemos olvidarnos del riego, siempre y cuando haya un mínimo de precipitaciones. Si optamos por cultivarla en maceta, sí conviene incrementar un poco la frecuencia.
Luz: es una planta que soporta cualquier condición, aunque sus hojas tendrán mejor calidad si la plantamos en semi-sombra.
Tipo de suelo: procura buscar un terreno con buen drenaje y rico en materia orgánica, aunque la melisa puede crecer en zonas muy arenosas y pobres como los bordes de los caminos.
Abonado: anualmente, aplicaremos una pequeña dosis de abono orgánico al inicio de la primavera.
Multiplicación: por esquejes en primavera y otoño, aunque también podemos usar la técnica de división de mata al año siguiente de su cultivo. Si se opta por sembrar semillas, el verano es la mejor estación, ya que necesitan mucho calor para germinar.
Curiosidades
La melisa es una planta ideal para cocinar, ya que sus hojas aportarán un ligero toque de limón a tus platos. Experimenta con ella en tus guisos, sopas, carnes, postres y ensaladas: seguro que aciertas de lleno.
Contiene aceites esenciales que alivian el estrés y nos relajan. Podemos preparar nuestras propias infusiones caseras hirviendo un poco de agua y añadiendo después las hojas secas de melisa.
Además de calmarnos, nos ayuda a combatir el insomnio, las palpitaciones y, en el caso de las mujeres, alivia los dolores causados por la menstruación.
Si la plantamos en maceta y la resguardamos del frío invernal, podemos disfrutar de esta planta aromática durante todo el año.
miércoles, 1 de octubre de 2008
Margaritas
¿Cuántas veces la nostalgia, los amores, las dudas y los momentos de ilusión han sido acompañados por una solidaria margarita que ofrece sus pétalos para darle una respuesta fiel a nuestras dudas? Las margaritas enriquecen los jardines con su frondoso follaje lleno de flores.
Es originaria de las zonas templadas del hemisferio norte, donde adorna los campos con su belleza. Era frecuente motivo de inspiración de poetas y trovadores, e incluso se utilizaba como un nombre de mujer muy codiciado. La margarita o ‘Chrysanthemun leucanthemum’ es una planta herbácea de la familia de las oasteráceas.
Características
Los pétalos de las margaritas tienen una forma alargada y delgada como lengüetas con profundos entrantes. Los pétalos rodean un botón central dorado o amarillo del cual están sostenidos. Las hojas de las margaritas tienen una forma ovalada. Sus tallos son largos y delgados alcanzando en algunos casos hasta un metro de altura.
Las margaritas generalmente florecen por una larga temporada que va desde parte de la primavera hasta principios del invierno. Estas bellas flores se pueden sembrar con semillas, por división o corte. La mejor época para sembrarlas es la primavera.
Entre las técnicas de sembrado que ofrecen mejores resultados está la de dividir las flores tomando una porción de raíces que debe sembrarse en una tierra fértil, húmeda y bien drenada. Riega tan pronto como termines de sembrarlas y continúa haciéndolo frecuentemente para mantenerlas húmedas. Recuerda que no debes excederte.
Si notas que algunos tallos necesitan cierto soporte para mantenerse rectos, entierra una vara o madera junto al tallo y amárralo para darle apoyo. Debes calcular una distancia de 20 a 50 cm. entre planta y planta. Escoge un lugar soleado; a estas flores les hace falta mucha luz natural.
Cuidados y variedades
Las margaritas deben regarse regularmente sin llegar a anegarlas. Para favorecer el florecimiento continuo de tus margaritas trata de quitarles las flores secas de vez en cuando. Tan pronto los tallos alcancen una altura de aproximadamente unos 40 cm. dales unos pellizcos de la parte media para arriba. Eso fomentará la salida de nuevos brotes.
Si notas que aparecen ciertas manchas blancas en las hojas o follaje, seguramente tus margaritas están infectadas. La mejor forma de tratarlas es con un fungicida elaborado a base de triforine. Si puedes conseguirlo, sigue las instrucciones y aplícalo. Si te resulta difícil encontrarlo, consulta en el vivero más cercano.
Durante el invierno puedes proteger las raíces colocando paja en la base de tus plantas. De esta forma estarán resguardadas de las heladas. Tan pronto termine el mal tiempo, retíralas.
Respecto a las diversas clases de margaritas, hay una gran variedad de ‘Chrysanthemun’. Sin embargo, entre ellas, cambia mucho el aspecto de las flores. Entre las margaritas, se cultivan diferentes tamaños de flor, pero todas pertenecen a la categoría de los ‘Chrysanthemun leaucanthemum’ con excepción de la margarita menor, originaria de Eurasia, a la que se le llama ‘Bellis perennis’.
Es originaria de las zonas templadas del hemisferio norte, donde adorna los campos con su belleza. Era frecuente motivo de inspiración de poetas y trovadores, e incluso se utilizaba como un nombre de mujer muy codiciado. La margarita o ‘Chrysanthemun leucanthemum’ es una planta herbácea de la familia de las oasteráceas.
Características
Los pétalos de las margaritas tienen una forma alargada y delgada como lengüetas con profundos entrantes. Los pétalos rodean un botón central dorado o amarillo del cual están sostenidos. Las hojas de las margaritas tienen una forma ovalada. Sus tallos son largos y delgados alcanzando en algunos casos hasta un metro de altura.
Las margaritas generalmente florecen por una larga temporada que va desde parte de la primavera hasta principios del invierno. Estas bellas flores se pueden sembrar con semillas, por división o corte. La mejor época para sembrarlas es la primavera.
Entre las técnicas de sembrado que ofrecen mejores resultados está la de dividir las flores tomando una porción de raíces que debe sembrarse en una tierra fértil, húmeda y bien drenada. Riega tan pronto como termines de sembrarlas y continúa haciéndolo frecuentemente para mantenerlas húmedas. Recuerda que no debes excederte.
Si notas que algunos tallos necesitan cierto soporte para mantenerse rectos, entierra una vara o madera junto al tallo y amárralo para darle apoyo. Debes calcular una distancia de 20 a 50 cm. entre planta y planta. Escoge un lugar soleado; a estas flores les hace falta mucha luz natural.
Cuidados y variedades
Las margaritas deben regarse regularmente sin llegar a anegarlas. Para favorecer el florecimiento continuo de tus margaritas trata de quitarles las flores secas de vez en cuando. Tan pronto los tallos alcancen una altura de aproximadamente unos 40 cm. dales unos pellizcos de la parte media para arriba. Eso fomentará la salida de nuevos brotes.
Si notas que aparecen ciertas manchas blancas en las hojas o follaje, seguramente tus margaritas están infectadas. La mejor forma de tratarlas es con un fungicida elaborado a base de triforine. Si puedes conseguirlo, sigue las instrucciones y aplícalo. Si te resulta difícil encontrarlo, consulta en el vivero más cercano.
Durante el invierno puedes proteger las raíces colocando paja en la base de tus plantas. De esta forma estarán resguardadas de las heladas. Tan pronto termine el mal tiempo, retíralas.
Respecto a las diversas clases de margaritas, hay una gran variedad de ‘Chrysanthemun’. Sin embargo, entre ellas, cambia mucho el aspecto de las flores. Entre las margaritas, se cultivan diferentes tamaños de flor, pero todas pertenecen a la categoría de los ‘Chrysanthemun leaucanthemum’ con excepción de la margarita menor, originaria de Eurasia, a la que se le llama ‘Bellis perennis’.
martes, 30 de septiembre de 2008
Begonia
La begonia pertenece a un extenso conjunto de plantas de hermosas flores de exterior e interior. Estas bonitas plantas surgen en forma de semiarbustos, anuales y bianuales.
El origen de la begonia hace de ella una planta de sombra, pues procede de los bosques lluviosos tropicales o subtropicales de América, Asia y África, donde todavía hoy se siguen encontrando variedades desconocidas de esta planta.
El cultivo intensivo de la begonia durante los últimos doscientos años ha transformado en gran medida la forma de esta flor. Por eso, han surgido nuevas plantas híbridas que hacen que el género 'begonia' o 'begoniácea' sea ciertamente inabarcable.
Una gran variedad de especies
Las begoniáceas son una gran multitud de especies entre las que existen notables diferencias y peculiaridades. Se pueden clasificar en dos grandes grupos: las de hojas y las de flores.
Begonias de hojasEste tipo de begonia se cultiva precisamente por la hermosura de sus hojas. En algunas de ellas se da incluso una sorprendente variedad cromática en sus pétalos. Las 'begonias rex' pertenecen al grupo de hoja, al igual que la de arbusto, 'begonia credeneri' y otras muchas.
Quizás, la más conocida de todas es la 'begonia rex'. Puede tener grandes hojas dentadas en tonalidades rojas o rojo violeta, en ocasiones con bordes color verde. También es posible que las flores tengan unas hojas mucho más pequeñas que otras, a menudo lobadas y de color rojo, gris o verde y, además, en la mayoría de los casos, manchadas en gris plata. Algunas de estas bonitas especies de 'begonia rex' son la 'bella rotrauda', de hojas rojinegras, rosa púrpura y gris plata, o la 'obra maestra', de hojas color púrpura y carmín, nerviaciones pardas y dibujos plateados.
Para cuidar este tipo de flor es suficiente con instalarlas en un hábitat caliente, sobre todo, en una ventana que dé al norte, ya que no soportan la luz directa del sol. Hay que regarlas con cuidado porque el cepellón de las raíces ha de estar húmedo de manera uniforme, es decir, ni seco ni empapado.
Begonias de flores
Pertenecen a esta variedad las begonias más bonitas y llamativas de interior, y pero también curiosas especies de exterior. Existen, por tanto, cuatro grupos que pertenecen a las begonias de flores: 'begonia de Lorena', 'begonias elatior', 'begonias semperflorens' y 'begonias tuberosas'.
Las begonias de Lorena se pueden encontrar en las floristerías en otoño y deben estar en habitaciones claras y a una temperatura de unos 18 grados centígrados.
Las 'elatior' tiene unos colores que permanecen vivos durante mucho tiempo y, por eso, son las favoritas de los cultivadores. Florecen en blanco, amarillo, rosa y rojo. Su floración es en otoño y también en invierno.
Las 'begonias semperflorens' son diferentes al resto de las begonias. Éstas florecen a pesar de las condiciones climatológicas y, por ello, son aptas para formar macizos al aire libre y soportar el sol.
Por último, y dentro del grupo de las begonias de flores, encontramos a las tuberosas. Esta especie se presta tanto para jardín como para balcón e interior. En el jardín también se podrán plantar, pero siempre después de las heladas ya que estas flores son muy sensibles al frío.
Hablar de las begonias implica encontrar una gran variedad de plantas y de flores, con gamas cromáticas amplísimas. Tanto como planta de interior como de jardín, las begonias pondrán una nota de color y armonía en su hogar.
El origen de la begonia hace de ella una planta de sombra, pues procede de los bosques lluviosos tropicales o subtropicales de América, Asia y África, donde todavía hoy se siguen encontrando variedades desconocidas de esta planta.
El cultivo intensivo de la begonia durante los últimos doscientos años ha transformado en gran medida la forma de esta flor. Por eso, han surgido nuevas plantas híbridas que hacen que el género 'begonia' o 'begoniácea' sea ciertamente inabarcable.
Una gran variedad de especies
Las begoniáceas son una gran multitud de especies entre las que existen notables diferencias y peculiaridades. Se pueden clasificar en dos grandes grupos: las de hojas y las de flores.
Begonias de hojasEste tipo de begonia se cultiva precisamente por la hermosura de sus hojas. En algunas de ellas se da incluso una sorprendente variedad cromática en sus pétalos. Las 'begonias rex' pertenecen al grupo de hoja, al igual que la de arbusto, 'begonia credeneri' y otras muchas.
Quizás, la más conocida de todas es la 'begonia rex'. Puede tener grandes hojas dentadas en tonalidades rojas o rojo violeta, en ocasiones con bordes color verde. También es posible que las flores tengan unas hojas mucho más pequeñas que otras, a menudo lobadas y de color rojo, gris o verde y, además, en la mayoría de los casos, manchadas en gris plata. Algunas de estas bonitas especies de 'begonia rex' son la 'bella rotrauda', de hojas rojinegras, rosa púrpura y gris plata, o la 'obra maestra', de hojas color púrpura y carmín, nerviaciones pardas y dibujos plateados.
Para cuidar este tipo de flor es suficiente con instalarlas en un hábitat caliente, sobre todo, en una ventana que dé al norte, ya que no soportan la luz directa del sol. Hay que regarlas con cuidado porque el cepellón de las raíces ha de estar húmedo de manera uniforme, es decir, ni seco ni empapado.
Begonias de flores
Pertenecen a esta variedad las begonias más bonitas y llamativas de interior, y pero también curiosas especies de exterior. Existen, por tanto, cuatro grupos que pertenecen a las begonias de flores: 'begonia de Lorena', 'begonias elatior', 'begonias semperflorens' y 'begonias tuberosas'.
Las begonias de Lorena se pueden encontrar en las floristerías en otoño y deben estar en habitaciones claras y a una temperatura de unos 18 grados centígrados.
Las 'elatior' tiene unos colores que permanecen vivos durante mucho tiempo y, por eso, son las favoritas de los cultivadores. Florecen en blanco, amarillo, rosa y rojo. Su floración es en otoño y también en invierno.
Las 'begonias semperflorens' son diferentes al resto de las begonias. Éstas florecen a pesar de las condiciones climatológicas y, por ello, son aptas para formar macizos al aire libre y soportar el sol.
Por último, y dentro del grupo de las begonias de flores, encontramos a las tuberosas. Esta especie se presta tanto para jardín como para balcón e interior. En el jardín también se podrán plantar, pero siempre después de las heladas ya que estas flores son muy sensibles al frío.
Hablar de las begonias implica encontrar una gran variedad de plantas y de flores, con gamas cromáticas amplísimas. Tanto como planta de interior como de jardín, las begonias pondrán una nota de color y armonía en su hogar.
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